#1. Un año en un perro equivale a 7 años humanos: Falso. Esta creencia no es cierta debido a que cada perro envejece a su propio ritmo. Por ejemplo, las razas pequeñas (las que no llegan a pesar 25 kilos), tardan 10 años en llegar a la vejez, por lo que un año humano equivaldría a cinco perrunos.
#2. Los camellos guardan agua en la joroba. No es precisamente que lleven un tanque de líquido vital en sus dos gibas, lo que llevan es grasa, la cual les ayuda a pasar hasta tres semanas sin comer. El agua la llevan almacenada en su torrente sanguíneo.
#3. Los ratones aman el queso: Este es uno de los mitos más falsos que existen en general. Pues resulta que a los roedores incluso les puede resultar desagradable el queso, debido a que el olor que despide este alimento es como un repelente para ellos que prefieren alimentos azucarados, como frutas o granos.
#4. Los camaleones cambian de color para adaptarse a su entorno: Otra idea que para nada se asemeja a la realidad. La verdadera razón por la que estos animales cambian de color es por salud, por la luz, por la temperatura y hasta por el humor que tienen. Por ejemplo, si un camaleón está irritado, su tonalidad pasa a ser amarilla, no a causa de que se mimetice con su entorno cuando se siente amenazado.
#5. Los perros sólo ven en blanco y negro y lo toros sólo en rojo: Los animales y los colores. A diferencia de lo que se cree, los toros no pueden distinguir el color rojo, si acaso distinguen un par de colores pero de tonalidades diferentes, lo que les llama la atención es el movimiento del capote.
Por otro lado, los perros poseen una visión dicromática, con un punto neutro de 480 nanómetros, por lo que, además del blanco y negro, pueden distinguir el azul y el verde. Aunque, con un margen de longitud de onda bastante estrecho.
#6. Los peces no tienen memoria: Se dice que los peces, como Dory de Buscando a Nemo, sólo tienen tres segundos de memoria, pero esto es totalmente incorrecto, porque los peces pueden guardar en su memoria recuerdos de varios meses pasados y hasta aprender algunos trucos. Un ejemplo es el salmón, el cual tiene que recordar las rutas de desplazamiento entre los ríos y el mar.
#7. Las avestruces meten la cabeza a la tierra cuando se sienten amenazadas: La razón por la que estos animales excavan, es para preparar sus nidos, no para meter su cabeza. Cuando se sienten amenazados, una opción (además de tratar de huir a una gran velocidad) es bajar su cabeza (nunca enterrándola) con el fin de confundir al enemigo y hacerse pasar por arbustos.
#8. Los roedores lemminis son suicidas: En el pasado se creía que estos animales se reproducían por docenas y daban su propia vida para salvar al grupo de cualquier obstáculo. Solo la mitad es correcto, pues en absoluto tienen un espíritu de sacrificio superior a la media, aunque por otra parte si tienen una gran capacidad de reproducción.
#9. El correcaminos es muy veloz y hace "bip-bip": Todos sacamos esta idea del correcaminos gracias a la caricatura de Warner; sin embargo, esta ave no alcanza esas grandes velocidades meteóricas vistas en la serie, siendo su máxima velocidad real los 40 kilómetros por hora. Además, no es tan bueno como parece, los correcaminos son grandes cazadores que matan a picotazos a sus presas hasta despedazarlas.
#10. Los animales son buenos y no atacan si no son provocados: Los animales no son buenos ni malos, son instintivos y bajo esa línea se rigen. De ahí que en el mundo encontremos patos que violan patos, canibalismo sexual en las arañas, elefantes marinos con harenes, que matan a los de su misma familia para dominar... Todo lo marca su propia naturaleza.
