#1. Si repite las preguntas que le haces: Si cuando le formulas una pregunta, te la repite por partes, por ejemplo - "¿Dónde estabas anoche?" - "¿Anoche?, ¿Que dónde estaba yo ayer por la noche? ¿Quién, yo?" es un indicio claro de que oculta algo y está nervioso, lo cual llevará a que te mienta.
#2. Picor en la nariz: Cuando mentimos, la presión sanguínea aumenta y segregamos histaminas, las cuales provocan que los tejidos de la nariz se estimulen. Por eso, al engañar a alguien, notamos un inoportuno picor en esta parte, e inevitablemente nos la rascamos.
#3. Vocabulario muy correcto: Si normalmente una amiga te cuenta que "Tía, vaya locurón de noche ayer, me pillé una... buff, como estaba aquello todo lleno de cachondos... buah, fue brutal" ; en el momento que se trate de una mentira, su manera de hablar se volverá mucho más correcta, convirtiéndose en un "Pues ayer salí de fiesta, había muchos chicos guapos... estuvo muy bien".
#4. Manos nerviosas: Una reacción parecida a la de la nariz sucede con las manos; pues, aunque no nos pican, un mentiroso las utiliza para liberar nerviosismo y es habitual que coja algo y lo empiece a tocar, mueva los dedos, de golpecitos en la mesa... También es habitual que se les enfríen y humedezcan, y que cuando te hablen, no muestren su palma hacia tí.
#5. Tragar saliva: Típico no, lo siguiente; cuando dices una mentira, tu manera de tragar saliva cambia, tienes que parar de hablar unos instantes, tragar con fuerza y proseguir mintiendo, lo que queda terriblemente postizo y falso; un ejemplo claro de esto puede apreciarse en ruedas de prensa de entrenadores de fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog no se hace responsable en ningún caso de las opiniones de sus lectores en los comentarios, así como puede o no estar de acuerdo con lo que en ellos se diga.