jueves, 20 de septiembre de 2012

5 Mitos cotidianos que todos hemos asumido como realidad, desmentidos



#1. Cada año nos tragamos entre 3 y 6 arañas mientras dormimos:

Refutación: Esto no es cierto debido a que las arañas tienen un instinto natural de supervivencia, y meterse en lugares calientes y húmedos va en contra de ese instinto; tampoco van a ojos, nariz y oídos.

¿Quién empezó el mito? Lo comenzó la periodista Lisa Holst, como un experimento para demostrar que podía decir cualquier cosa en Internet y la gente se lo creería.


#2. Solo usamos el 10% de nuestro cerebro:

Refutación: Los amplios conocimientos en la ciencia de la neurología que disponemos, nos dan a conocer que esta idea es ridícula debido a que las partes del cerebro están especializadas, por lo que prácticamente usamos el 100% de este,  pero nunca al mismo tiempo.
Cosa que, por otro lado, no nos haría más inteligentes, sino todo lo contrario, pues sería como tratar de escribir usando todas las teclas del teclado al mismo tiempo.

¿Quién empezó el mito? La ciencia mal preparada de los últimos cientos de años, basada en extirpaciones individuales de pequeñas partes del cerebro. No es de extrañar que luego de esos “experimentos”, los pacientes damnificados anduvieran al 10%


#3. Los hombres piensan en sexo cada 7 segundos:

Refutación: Obviamente, esto es tan solo una patraña, pues si así fuera, sería completamente imposible para cualquier hombre concentrarse lo suficiente en cualquier cosa como para terminar de hacerla.
Sin embargo, como determinan algunos expertos, sí es posible que si se tiene en frente a una hermosa mujer, el hombre tenga una mayor tendencia a proyectar contenidos de ámbito erótico, pero jamás en esa medida.

¿Quién empezó el mito?: Sin un origen claro, esta invención parece provenir directamente de sectores de ámbito feminista, los cuales utilizando exageraciones como esas, tratan de convencer de que continuamente, los hombres piensan y hacen cualquier cosa siempre con un fondo oculto de carácter sexual.


#4. Hay que esperar 30 minutos después de comer para meterse al agua:

Refutación: No somos Gremlins. El agua puede matar de muchas maneras, pero no sabe si comimos antes o no, y el estómago está lo suficientemente cerrado y a una temperatura constante como para importarle si estamos o no en el agua. Nadar después de comer tiene el mismo efecto que salir a caminar, digestivo.

¿Quién empezó el mito?: Además de los casos aislados de cortes de digestión, el origen parece venir de las abuelas pseudo-científicas de todo el mundo, argumentándose en la creencia de que el estómago necesita oxígeno para digerir la comida y con esto se lo quita a los músculos. Lo cierto es que la digestión puede durar días, y, si esta creencia fuera cierta, no podríamos bañarnos casi nunca.


#5. La tasa de suicidios aumenta en Navidad:

Refutación: Puede ser muy deprimente estar solo en las celebraciones navideñas, pero la realidad es que en esas fiestas la mayoría de los seres humanos estamos más acompañados que nunca, por lo que, de hecho, la tasa disminuye considerablemente.

¿Quién empezó el mito? Nadie; probablemente, lo que ocurre es que durante Navidad las malas noticias tienen mayor contraste, o estamos más sensibles y nos impactan más, por lo que las noticias que se oyen de suicidios en esos días se les da una mayor relevancia que a las que se escuchan el resto del año.

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