El joven de aproximadamente 26 años, consiguió entrar en la madrugada al local de venta de gafas tras forzar una reja, lo cual activó la alarma y provocó que la policía llegara antes de que el asaltante pudiera abandonarlo.
Rápidamente, el ladrón optó por posar como un maniquí y ponerse las gafas, de marca "Police" de uno de los mostradores; al poco tiempo llegó la policía, los cuales comenzaron a revisar cada rincón de la tienda hasta que uno de ellos advirtió que un supuesto muñeco de exhibición comercial en realidad se trataba de un ser humano.
El ladrón, pensando que todavía podía engañar a los policías simulando ser un maniquí, continuó impasible ante los agentes cuando fue descubierto, sin moverse ni responder a ninguna de las preguntas que le realizaban los agentes.
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