CAZADORES DE LEYENDAS
Nueva York, julio de 1950, entre la multitud de las calles cercanas a Time Square, un hombre aparece distraído, caminando impresionado por todo lo que estaba contemplando, tan ensimismado que ni siquiera parece ser consciente del peligro que supone comenzar a caminar por el medio de la carretera, entre los vehículos que allí circulaban; cuando de repente, un automóvil lo golpea y lo lanza por los aires, cayendo en el pavimento y muriendo en el acto.
Tras el trágico suceso, la policía llegó al lugar de los hechos, donde lo primero que determina es que lo ocurrido iba mucho más lejos que una rutinaria muerte por atropello, esto se debía a que la víctima, de unos 30 años de edad, yacía en el suelo vistiendo un largo abrigo de color negro, unos zapatos puntiagudos con hebillas de metal, un amplio sombrero a juego, y unos extraños pantalones estrechos, todo esto confeccionado con una tela gruesa, poco apropiadas para ese período veraniego.
Pero sin duda lo más revelador, fue lo hallado en sus bolsillos, en los que portaba unos recibos que hacían referencia a una suma entregada por la manutención de unos caballos y un carruaje, billetes y monedas los cuales estaban fuera de circulación en perfecto estado, tarjetas de visita con el nombre de Rudolf Fenz, y una carta dirigida al mismo nombre, sellada en correos en junio de 1876.
Rápidamente, la policía intentó localizar a sus familiares, pero fue imposible, debido a que ninguna persona con el nombre de Rudolf Fenz estaba registrado en todo el país, la investigación por hallar la procedencia de este hombre pasó a un ámbito internacional, consiguiendo el mismo resultado; legalmente se podía decir que aquel hombre no existía.
Increíblemente, unas semanas después del accidente, descubrieron el nombre de Rudolf Fenz Jr. en una antigua guía telefónica del año 1939. Lamentablemente, al llegar a la dirección indicada en la guía, fueron informados que el allí nombrado, había muerto hacía tiempo, con más de setenta años; el departamento de policía, localizó a la viuda de Fenz Jr. Su declaración, terminó por descolocar todo el caso, pues según ella, el padre de su difunto marido había desaparecido sin dejar rastro allá por 1876, durante una noche que salió a pasear al anochecer. Inmediatamente, la policía revisó sus archivos del siglo anterior, en donde en el año que les había indicado la mujer, descubrieron la denuncia por la desaparición de Rudolf Felt, la cual estaba acompañada de una fotografía que mostraba a un hombre idéntico a la persona atropellada en Times Square.
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