#1. Hitler Amaba a Disney y los dibujos animados: La mayoría de la gente desconoce que Hitler era un artista apasionado con el tema de los personajes de ficción, y aunque algunas de sus pinturas ya han aparecido anteriormente, bocetos descubiertos en el año 2008 (en los cuales se ven representados a dos de los siete enanitos, Tímido y Sabio junto con un boceto no firmado de Pinocho) no hacen más que reafirmar esta alusión.
Hitler no era un fanático casual de la pintura y de los dibujos, el no sólo poseía una copia de Blancanieves, sino que pensaba que era una de las más grandes películas de todos los tiempos. Su amor por todas las cosas de Disney era tan conocida en la época que Joseph Goebbels obsequió a Hitler con 18 películas de Mickey Mouse como regalo de navidad y días después, el propio Goebbels escribió en su diario que Hitler estaba “muy complacido”.
#2. Osama Bin Laden era un Campeón del Volleyball: Por todos es sabido que Osama odia todo lo relacionado con los Estados Unidos; su sacrílega libertad, sus políticos arrogantes, la forma en que sus habitantes ríen... es decir, detesta completamente lo relacionado con ese país, ¡a excepción del voleyball!.
Aunque esto puede sonar a broma, las historias de la habilidad en el volleyball de Bin Laden provienen de confiables fuentes de información, como su guardaespaldas Nasser al-Bahri. Al parecer, esta práctica estaba muy difundida entre su congregación, pues de Mohammed Atef, líder de Al-Qaeda, también solía decirse que era una estrella en el volleyball, y que no le permitían jugar en el mismo equipo que Osama porque ambos eran demasiado buenos.
#3. Saddam Hussein Escribía Cursis Novelas Románticas: En el 2001, oficiales de la CIA encontraron una novela en una tienda de libros de Arabia titulada "Zabibah y El Rey". Escrita bajo el pseudónimo de “S. Hussein”.
Esta novela, es una obra alegórica basada en la historia de su país de origen y se ambienta cuando en la antigua Iraq, el justo el amable y justo Rey (Saddam) se enamora de la bella e inocente Zabibah (Iraq).
Después de un largo camino lleno de poesía, conversaciones con Dios, cabellos enmarañados, peleas y demás, el Rey y Zabibah eventualmente terminan profundamente enamorados.
#4. Al Capone Escribía Canciones de Amor: Es el criminal más famoso de la historia, un tipo rudo y sin duda la primera imagen que aparece en tu cabeza cuando escuchas la palabra “gangster" con un traje y una metralleta en la mano, es decir, la esencia misma de un chico malo ¡ese es Capone!; bueno... con la excepción de las canciones de amor, y el banjo.
Su única canción documentada (aunque se dice que escribió muchas más) se titulaba “Madonna Mia,” y era esencialmente una oda de corazones rotos dedicada a su amada esposa. Esto no parece encajar con la imagen de peligroso jefe de la mafia, pero Al se las ingenió para conservar el respeto cuando la gente veía desde donde las escribía; La Prisión de Alcatraz.
#5. Joseph Stalin Dibujaba Hombres Desnudos: Cuando no estaba ocupado enviando gente a Gulag, Joseph Stalin se relajaba tomando unos vasitos de vodka, para después dibujar un poco de buena y pasada de moda pornografía. Y por si eso no fuera ya lo suficientemente raro, también escribía comentarios mordaces sobre la gente al pie de sus pinturas, sólo porque esto le parecía divertido.
Las firmas en los dibujos han sido oficialmente reconocidas como pertenecientes a Stalin, pero después de analizar las pinturas, psicólogos rusos han dejado muy claro que “no encontraron ningún rastro de que el dictador comunista padeciese homosexualidad.”
#6. Kim Jong Il y el Baloncesto: Considerando algunos hechos curiosos como que entre la colección de películas del difunto dictador coreano se encontrasen algunas de James Bond y el pato Lucas, o que importaba aproximadamente $700,000 dólares de Coñac al año, no es sorpresa que este enemigo de la libertad aparezca en este conteo.
Pero es realmente su amor por el basketball lo que lo puso en esta lista. El jugador favorito de Kim era como el mismo reconoció, Michael Jordan. Era tan fanático de este jugador, que hasta poseía una grabación en VHS de todos y cada uno de los partidos que Jordan jugó con los Bulls de Chicago. El dictador incluso invitó a Michael a Korea del Norte para una reunión y un juego amistoso. A lo que Jordan contestó declinando amablemente la oferta.
Cuando la secretaria de estado de Estados Unidos Medeleine Albright visitó Korea del Norte en el año 2000, obsequió a Kim con un balón autografiado por Michael Jordan. Un buen detalle sin duda, al que cualquier otra persona hubiera correspondido poniéndolo en la vitrina de su salón; pero Kim Jong Il, fue más allá, y colocó ese balón en el Museo Internacional del Entendimiento de Korea, el cual el construyó.
Kim estaba tan obsesionado con el baloncesto que quería convertir a Korea del Norte en una potencia del baloncesto internacional; y hasta su muerte, llevaba continuamente entrenadores para dar seminarios sobre los fundamentos del basketball. Además, poseía canchas de baloncesto con las medidas reglamentarias en cada uno de sus palacios.
Pero como todo esto sonaba demasiado simple y occidental, he aquí la verdadera realidad del pasatiempo de Kim, pues el deporte que él practicaba no es el basket que tú estás pensando; Kim Jong II “inventó” el juego del que hemos estado hablando. La principal diferencia entre el baloncesto que nosotros conocemos y la versión de Kim, es el sistema de anotaciones: tres puntos por una anotación, cuatro puntos por un tiro de tres que no toque nada excepto la red, un punto negativo por fallar un lanzamiento, y ocho puntos por una canasta en los últimos tres segundos.